lunes, 21 de junio de 2010

cuenco

Manos forman cuenco, como dos emisferios que lo contienen todo; toda la vida, todo el tiempo y el espacio. Decanta historia y en presión gravitatoria, una franja azulada atraviesa un universo oscuro.
La rendija que separa y une ambas manos se abre; es por ahí por donde transita todo lo que hasta ese momento se hallaba condensado, en ebullición. Como líquido se derrama y lo envuelve todo. Desborde de agua y tierra.
Viajes inmateriales de raigambre auditiva: nuestras voces halladas posibilitan el encuentro de nuestros cuerpos vueltos éter, capaces de suspenderse en el aire, suaves y livianos.
Planos visuales de los más diversos. Explosión sensorial en un espacio esférico separado por entrepisos. Allí habitamos. Allí habita quién.

No hay comentarios:

Publicar un comentario